El divorcio
El matrimonio, tal y como refiere nuestro Código Civil de
1889, se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebración, por
la muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio.
Por tanto, el divorcio es la disolución legal del matrimonio, ya sea a
solicitud de uno o de los dos cónyuges. Una vez que se produce el divorcio la
única manera de poder revertirlo es si ambos cónyuges acuden a celebrar un
nuevo matrimonio.
Para poder divorciarse es necesario que hayan transcurrido
tres meses desde la celebración del matrimonio, salvo que se acredite la
existencia de un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la
integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los
hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio (artículo 81.2
Código Civil).
Por suerte, se está consiguiendo avanzar en todos los
aspectos de nuestra sociedad y a partir de la reforma legislativa de 2005 ya no
es necesario que se invoque causa alguna para poder solicitar el divorcio,
simplemente manifestar la voluntad de disolver el mismo. De igual forma, no es
necesario estar separado judicialmente. Se puede interponer una demanda de
divorcio directamente para interesar la disolución del vínculo.
Una vez que una pareja se divorcia se extinguen todos los
derechos otorgados en dicha unión, uno de ellos es el derecho hereditario. Por
tanto, entre parejas divorciadas se pierde el vínculo capaz de permitir heredar
bienes, pero debemos de recordar que este derecho se mantiene para los hijos de
los cónyuges.
Tipos de Divorcio
- Mutuo acuerdo
El procedimiento de divorcio de mutuo acuerdo requiere
previamente un acuerdo plasmado por escrito entre los cónyuges, el convenio
regulador, en el que ambos manifiestan su deseo de divorciarse y regulan todas
las consecuencias que el divorcio lleva aparejado tanto en su aspecto familiar
(relación con los hijos, guarda y custodia, régimen de visitas, pensión de
alimentos) como en su aspecto patrimonial (uso de la vivienda familiar, cargas
del matrimonio, liquidación del régimen económico).
Una vez elaborado el convenio regulador con la ayuda de un
abogado especialista, este se acompañará, firmado por ambos cónyuges, con la
demanda de divorcio de mutuo acuerdo, junto con el certificado literal del
matrimonio y, en el caso de que hayan nacido hijos durante el matrimonio, los
certificados de nacimiento de estos.
Tras presentarse la demanda, será el Juzgado quien citará a
las partes para la ratificación del convenio, previo informe del Ministerio
Fiscal en el caso de que existan menores que se vean afectados, ante el
funcionario correspondiente.
Una vez que se realice la ratificación ante el Letrado de la
Administración de Justicia se dictará la correspondiente sentencia de divorcio
que se inscribirá en el Registro Civil.
- Contencioso
Para aquella situación en que uno de los cónyuges no quiera
otorgar el divorcio o no este conforme con lo que oferte el cónyuge para la
realización del convenio regulador, podrá presentar la correspondiente demanda
de divorcio ante el Juzgado de la residencia habitual del matrimonio o el
domicilio del demandado. El único requisito que se nos exigirá será el señalado
en el artículo 81.2, es decir, que el vínculo lleve celebrado tres meses.
Sin embargo, el procedimiento contencioso supone un mayor desgaste para ambas partes, más gasto, más tiempo, por lo cual siempre es mucho mejor alcanzar un acuerdo que la celebración contenciosa. En caso de que no haya otra opción, con la demanda de divorcio contencioso se podrán solicitar medidas provisionales que regulen durante se tramita la demanda distintos aspectos, como pueden ser el uso de la vivienda, régimen de visitas a los hijos, pensión de alimentos, pensión compensatoria. Estás medidas podrán ser sustituidas una vez se dicte Sentencia por las que se fijen en la misma.
En Lerma Abogados, somos conocedores de las dificultades que
se atraviesan durante el procedimiento de divorcio, especialistas en
disoluciones patrimoniales de todo tipo, contando en nuestro equipo con amplia
experiencia y con un equipo de contadores partidores, podemos ofrecer a
nuestros clientes la mejor asistencia posible para afrontar tanto el
procedimiento como la nueva situación a la que se enfrentará.
“El divorcio no es más
que un acto de amor propio”
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